Rincones del Atlántico


CASTAÑOS Y CASTAÑAS



NOTAS

1. Entre los castaños considerados milenarios destaca el “Castagno dei Cento Cavalli” (de los cien caballos), situado cerca del volcán Etna, en Sicilia. Según la leyenda, recibe este nombre porque en su interior se refugió la reina Giovanna de Nápoles junto con 100 jinetes, todas mujeres, durante una tormenta. Al parecer, el geógrafo romano Plinio el Viejo ya lo citaba en el siglo I de nuestra era. En España también existen varios ejemplares muy viejos, como el de Poqueira (Sierra Nevada), el de Quintanilla de Sotoscueva (Burgos), el Gros d’en Cuc de Cánoves (Cataluña) o el conocido como “el abuelo”, que crece en la serranía de Villuercas (Extremadura).

2. Font Quer (1973). p. 103

3. Alturo Monné (1999): “Muchas veces se ha hablado del origen alóctono del castaño en España (en general, en la zona oeste de su distribución), suponiendo una posible procedencia de Asia Menor o Italia, desde donde romanos y griegos lo extendieron por su fruto (para comer directamente o para hacer harina). Sin entrar en la evidente influencia de la propagación humana, no se pueden obviar los registros polínicos que las especies del genero Castanea han dejado a lo largo de los tiempos, y así encontramos en España restos polínicos del Cuaternario correspondientes al Pleistoceno inferior en Gerona, del Pleistoceno medio en Burgos y Madrid, del superior en San Sebastián y ya mas recientes, del Holoceno, en Gerona, Galicia y Navarra. Anteriores al Pleistoceno existen registros fósiles del Mioceno en Mallorca (probablemente de Castanea balearica), la Cerdaña (Gerona) y el Bajo Llobregat (Barcelona)”. Las supuestas hojas fósiles de castaño descubiertas a mediados del siglo XIX en la costa de La Rambla, Tenerife, y citadas por el Dr. Del Busto y Blanco (1864), no han vuelto a encontrarse en dicho yacimiento, por lo que ese dato debe tomarse con precaución.

4. Viera y Clavijo (1971). Tomo II, p. 90. Gaspar Frutuoso dice que el conde plantó en Benchijigua muchos “arvores de espinha”, antiguo nombre portugués que se aplica a varias especies arbóreas, entre ellas los castaños.

5. Serra Ráfols: En 1517, el Adelantado otorgó una data (núms. 1828 y 1836) al médico Diego de Funes, “150 fanegadas en la sierra de Arautava, en el camino del pinar, que son como descendimos a Taoro, en los llanos a mano izquierda que lindan con la montaña, para poner 8.000 sarmientos, 3.000 de morales y 3.000 pies de castaños”. Esta zona corresponde a Aguamansa, donde crece el castaño de “las siete pernadas”. También en Aguamansa recibió una data Lope Doya Gallegos, conquistador de Tenerife, en cuyas tierras se plantó el famoso castaño, a tenor de la información de Leoncio Rodríguez.

6. “Al salir de La Orotava un sendero estrecho y pedregoso nos condujo a través de un hermoso bosque de castaños...” (Humboldt, 1799). “Los pinares y brezales fueron talados en 1503, y en su lugar los castaños forman actualmente un bosque” (Buch, refiriéndose a los altos de La Orotava, 1825). “Por espacio de tres cuartos de hora costeamos un terreno muy bien cultivado hasta alcanzar la región de los castaños que ocupan una zona de media legua de anchura” (Wangüemert, 1862). “Poco a poco, se llega a la región de los castaños” (Du Cane, 1911).

7. Méndez Pérez (2001), p. 80: El Pajar. nº 12.

8. Melo, R. (2002):El bailadero. Diario de Canarias.



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